
Hace 21 años se publicó la secuenciación del genoma humano en dos versiones: una alcanzada por el consorcio público Proyecto Genoma Humano (PGH) y otra, por la compañía privada Celera Genomics. De esta forma, de cara al público, acababa en empate una carrera por ser el primero en descifrar nuestro manual de instrucciones, cada una de las letras que conforman el ADN de una persona. O eso parecía.
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