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Francisco Maturana: «La tecnología va a destruir muchos tipos de trabajo, lo que no debe destruir es a los trabajadores»

By 2 enero, 2020 No Comments
Francisco Maturana

Francisco Maturana: «La tecnología va a destruir muchos tipos de trabajo, lo que no debe destruir es a los trabajadores»

La digitalización, la huella digital o el empleo del Big Data son una realidad presente en las empresas de la Región de Murcia. Para guiar en esta transición, el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN), en Fuente Álamo, organizó la semana pasada una jornada adaptada para pymes, en el marco de un proyecto financiado por el INFO, en la que trasladó el éxito de empresas y entidades tras la aplicación de las tecnologías 4.0. El cartagenero Francisco Maturana, ponente estrella de la cita, conoce bien el funcionamiento de las pymes. En 2008 fundó Madiva, una startup que actualmente forma parte de BBVA y que puede verse reflejada en BBVA Valora, servicio para descubrir el valor real del sector inmobiliario.

P ¿En qué momento pensó que las tecnologías 4.0 eran el futuro?
R Creamos una compañía que generaba sistemas online de promociones en 2005. Con la llegada de la crisis, el cambio fue casi por obligación, porque necesitábamos otro enfoque. Todo el aprendizaje que tuvimos con la primera compañía lo llevamos a otro sistema. En ese momento se incorporó un tercer socio que integraba una visión de banca. Montamos Madiva Soluciones, cuyo objetivo era construir productos a través de datos. El reto tecnológico era cómo lo hacíamos y, por suerte, apareció el sistema en la nube de Amazon Web Service. La capacidad de proceso se nos multiplicó por miles. Tras esto, BBVA se fijó en nuestra empresa.

P ¿Qué encontró BBVA que no vio en otras empresas?
R Hasta ese momento BBVA solo había hecho inversión en sociedades extranjeras. Éramos una empresa relativamente pequeña, pero con la que trabajaba en distintas áreas de negocio. Le proporcionábamos una manera distinta de hacer las cosas. Comenzamos a formar parte de la compañía en 2014, dentro de su estrategia de transformación digital. La parte más visible de Madiva puede verse en BBVA Valora, un servicio en el que se pone a su disposición toda la información relativa a los inmuebles para la toma de decisión de comprar o alquilar. Ahora cualquiera, no solo clientes, puede ver el valor del inmueble o el barrio donde desea vivir y saber razonablemente cuánto se debe pagar. De esta manera se pueden tomar mejores decisiones.

P ¿Cómo puede favorecer el Big Data al crecimiento de las empresas?
R Como empresa, al final tienes un balance de resultados. O vendes más o tienes que crear tu producto con menos costes. Con estas dos palancas, el Big Data te puede ayudar mucho, tanto a conocer mejor a tu cliente y qué es lo que necesita, como a conocer bien cuáles son tus procesos, tus costes marginales y poder reducirlos.

P ¿Toda empresa puede adaptarse a las tecnologías 4.0 o está solo destinado a grandes compañías?
R Sí, de hecho, las empresas grandes normalmente poseen recursos, pero pueden no tener foco. Cada día la tecnología es más barata, más accesible. Los altos costes que tenía una hora de computación de alto nivel hace veinte años son ahora irrisorios con soluciones como Amazon. Las pymes plantean una ventaja y es que pueden ser más ágiles para cambiar el foco mucho más rápido. Una gran corporativa hace normalmente un plan estratégico que tarda en implantarse varios años y es muy difícil pararlo para iniciar otro. Sin embargo, una empresa pequeña suele tener flexibilidad en sus líneas de decisión.

P¿Hay una fórmula que garantice el éxito con la aplicación de estas tecnologías?
RMás que el empleo de la propia tecnología, lo importante es entender qué te puede aportar esta y la capacidad para hacerse preguntas difíciles. La tecnología te ayudará a responderlas, pero no te va a decir cuáles son las preguntas. Esto implica también un cambio en la forma de pensar: un tipo de profesional, con un talento algo distinto y con capacidad para pensar fuera del día a día y de visionar algo, que luego la tecnología te ayudará a construirlo.

P¿Hay algún ejemplo a seguir para aquellas que no hayan aplicado aún la digitalización o que se estén iniciando?
R Hay dos casos: la empresa que ya existe y quiere utilizarlas, y la que está naciendo y se sube directamente a ese carro. Es mucho más fácil lo segundo, pero hay ejemplos de entidades que se han sabido reinventarse. Amazon, por ejemplo. Empezó como un catálogo de libros, después, una librería online; se transformó a un market place de productos y ahora es el primer proveedor mundial de servicios de Internet. Eso es entender bien cómo funciona el mundo, quienes son tus clientes y cuál es el valor que esperan conseguir.

P Las tecnologías muestran otra cara, ¿pondrán realmente en peligro el empleo en las industrias?
R Plantea reflexiones profundas en cuanto a temas éticos y de regulación, pero más que de desaparición, yo hablaría de una redistribución de las tareas entre aquellas que realmente aportan un valor diferencial y las que son fácilmente automatizables. A nadie se le ocurre pensar que un farolero tiene cavidad en el sistema de trabajo actual. Hay que verlo con naturalidad, sin asustarse. Si miramos cien años atrás, una gran cantidad de trabajos han desaparecido. Estoy seguro de que la tecnología va a destruir muchos tipos de trabajo, lo que no debe destruir es a los trabajadores. Estos se deben enfocar a tareas en las que el ser humano sí aporte valor.

P Con la llegada de estas tecnologías aparece la huella digital, el rastro que dejamos cuando navegamos, ¿debemos tener miedo a un mal uso?
R No, miedo no. Al final, como todo, las grandes empresas generan, gestionan y utilizan una serie de datos, pero hay una regulación que permite que no se usen de manera fraudulenta. ¿Alguna lo hace? Sí, pero no es lo habitual. El hecho de que una entidad de telecomunicaciones recoja datos sobre qué hacemos en las redes o que Google sepa dónde estamos es información que se utiliza para conocer al cliente y darle un mejor servicio.

P Entonces, ¿a qué se debe la revolución por la recogida de datos del INE?
R Se ha puesto la tirita antes que la herida. Vivo en Madrid y lo primero que hago cada día al montarme en el coche es poner mi GPS, bien sea Google Maps o Waze. Están recuperando mis datos, sí, pero me dan mucho valor, porque me ahorran una media de 20 minutos en tráfico. Estoy dispuesto a dar estos datos porque los recupero en algo que me importa: el tiempo. El INE intenta entender el movimiento de personas para saber cómo afrontar determinadas situaciones.

P En definitiva, ¿se puede digitalizar todo?
R Se ha digitalizado el tiempo, la dinámica de fluidos, las transacciones, los movimientos de personas o la migración de aves. La capacidad de digitalizar datos a partir de cosas que suceden es ilimitada.